Verter lentamente la mezcla sobre el chocolate picado.
Mezclar «en redondo» en el centro de la preparación con una lengua pastelera para crear un «núcleo» elástico y brillante. Esta textura deberá conservarse hasta el final de la mezcla.
Cuando la ganache esté a 35/40 °C aproximadamente, añadir la mantequilla en dados. Batir para alisar y perfeccionar la emulsión de la ganache.
Verter esta ganache en una bandeja para tener una pequeña altura de ganache y filmar a piel para optimizar su cristalización.
Dejar cristalizar al menos 2 h hasta que la consistencia de la ganache permita realizar un escudillado con la manga.
Cuando la ganache tenga una textura para escudillar, con una manga con boquilla lisa y unida de 12 mm de diámetro, escudillar las trufas sobre una placa cubierta con papel cocción.
Dejar cristalizar al menos 2 h a 16/18 °C. Bañar las trufas en chocolate negro atemperado a 30/31 °C y rebozarlas en CACAO EN POLVO.
Una vez las trufas cristalizadas en el CACAO EN POLVO, pasarlas por el tamiz para retirar el excedente.