En el bol del robot pastelero, con la hoja, acremar la mantequilla y el azúcar glas. Si la mantequilla está fría, ablandarla antes de incorporar el azúcar glas.
Cuando la mezcla sea homogénea, añadir la almendra en polvo y la sal.
Verter, a continuación, los huevos en la mezcla. Si salen de la nevera, verterlos al hilo sin dejar de mezclar para evitar que el frío haga que se endurezca la mantequilla y se formen grumos.
Añadir la harina en una vez y dar algunas vueltas de robot. La mezcla debe estar aglomerada, pero homogénea.
Verter la masa sobre una mesa de trabajo con harina y mezclarla para darle su textura final.
Extender la masa toscamente en forma de círculo.
Envolver la masa en film alimentario y dejarla reposar al menos 1 hora en la nevera.
Estirar la masa a 2 mm de grosor.
Cortar 8 formas alargadas de la medida de los aros de las tartaletas.
Cortar 8 tiras cuya longitud sea igual a la circunferencia de los aros de tartaletas, y ligeramente más ancha que su altura.
Disponer las tiras de masa en el interior de los aros bien engrasados y alisar la unión.
Añadir los fondos de masa. Soldarlo todo ejerciendo una ligera presión sobre la masa con los dedos.
Asegurarse de que todo está bien soldado y el fondo forma un ángulo recto con el borde.
Dejar de nuevo reposar los aros en la nevera en el tiempo que la masa se enfríe (o unos quince minutos en el congelador).
Precalentar el horno a 150 °C calor envolvente.
Cortar el excedente de masa con un cuchillo de cocina.
Hornear los fondos sobre una placa y un tapete perforados (¡y sin bolita de cerámica!) para 10 a 15 minutos de precocción.
Sacar los fondos del horno y dejarlos enfriar 5 minutos antes de quitar los aros.
Mezclar la nata y la yema de la pintura.
Aplicar la pintura con el pincel en el interior y el exterior de todos los fondos de tarta.
Hornearlos de nuevo 5 minutos a 150 °C, en modo calor envolvente. Esta pintura permitirá impermeabilizar las tartaletas y darles un bonito color dorado.
Mezclar en frío un poco de leche con la fécula de patata.
Calentar el resto de la leche a 85-90 °C.
Verter una parte de la leche caliente sobre la mezcla de leche y fécula.
Ponerlo todo en la cacerola y llevar a ebullición.
Añadir la masa de gelatina.
Emulsionar con la lengua pastelera y verter sobre el chocolate parcialmente fundido.Batir.
Añadir la nata líquida fría y el azahar. Batir de nuevo.
Filmar a piel.
Dejar cristalizar en la nevera durante al menos 12 horas.
Montaje
Aflojar el cremoso de lima con las varillas. Rellenar los fondos de tartaleta a ras con cremoso y alisar con una pequeña paleta con codo. Reservar 15 minutos en el congelador para endurecer el cremoso. Montar la ganache a pico de pato en un robot con varillas o con una batidora de mano. Disponer la ganache montada en una manga con boquilla de 10 o 12. Escudillar en ajedrez 10 pequeñas puntas de ganache montada en cada tartaleta. Hacer 4 huecos en las puntas con una cuchara de melón ligeramente caliente. Limpiar bien la cuchara en agua caliente entre 2 huecos. Diluir el confitado con unas varillas. Disponer el confitado de limón en los huecos. Decorar las tartaletas a su manera (dados de limones confitados, pensamientos amarillos, etc.). Reservar en frío hasta degustación.