Monta el huevo con el azúcar en una montadora eléctrica hasta que doble su volumen, añade la mantequilla fundida a 40 ºC y mezcla de forma delicada.
Por último añade los sólidos tamizados y mezcla bien.
Divide la masa en 5 partes y a cada una añádele un colorante distinto, (verde, rojo, azul y amarillo y naranja).
Mézclalo bien hasta que el colorante se haya integrado completamente en cada masa.
Vierte las masas en 5 moldes redondos aptos para hornear, debe quedar un grosor de 1,5 cm aproximadamente.
Hornea a 180 °C durante 15 minutos.
Una vez fríos los bizcochos, iguala la parte superior con un cuchillo de sierra para que te queden bien planos.
Para el montaje coloca una capa de glaseado sobre cada bizcocho, apílalos uno encima de otro y cúbrelo todo con más glaseado alisando con una espátula para que te quede bien liso.